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Recojo el guante respecto al insulto no fundamentado, lo fundamento entonces. Ante todo las instituciones legislativas no producen efectos "visibles" en ninguna parte, eso es propio de un descerebrado que además es ignorante. Las leyes producen efectos menos visibles pero mucho más importantes como el Auge, la reforma previsional o, incluso cuestiones más domésticas como la Ley de Presupuesto y muchas otras largas de contar pero que por obvias mejor no seguir.

Los representantes en el poder legislativo son exactamente eso, personas que se eligen para legislar y a mi me encantaría tener una democracia más participativa por lo que creo que sería bueno que los Jefes de Gobiernos Regionales fueran electos, los CORES lo fueran por elección directa, que los parlamentarios tuvieran atribuciones ejecutivas y pudieran ser revocados en cualquier momento, pero por ahora es lo que hay y lo digo por los descerebrados impotentes que sólo despotrican contra la política y se han demostrado inútiles para hacer otro tipo de cambios. Digamos que siendo sólo prácticos el problema es saber qué es mejor ¿tener senadores regionales o no tenerlos?, para los más descerebrados, vean sólo lo que han conseguido algunos vendiendo el voto como Bianchi de Magallanes. Para los menos descerebrados, en Arica se vive casi a punta de leyes especiales que de pasada históricamente se diluyen en beneficios para Iquique, ¿no será que es necesario tener voces regionales en el Senado también?, para los un poco menos descerebrados, ¿no es una cuota de poder relevante que los 180.000 habitantes de Arica tengan igual número de representantes en el Senado que 3 millones de santiaguinos?. Es la democracia que hay y si queremos cambiarla por ahora hay que hacerlo desde adentro y si queremos cambios revolucionarios se necesita entender que hay que emplear todas las formas de lucha: descerebrados.

Finalmente todos los bienes públicos, incluida una eventual revolución, tienen costo que se pagan con impuestos de manera que alegar el costo de bencina y de sueldos de los senadores es propio de descerebrados.

Disculpen la falta de fundamentos, pero sostengo mi opinión sobre Pinel, Acuña y Mercado y agrego a Díaz: Descerebrados.