Niños y niñas que nacieron para ayudarnos a evolucionar como humanidad

22 Agosto 2019

Índigos, Cristales, Arcoíris o Diamantes, son los nuevos niños que llegaron al mundo a que podamos evolucionar como humanidad, lo importante es que los padres sepan cómo son sus hijos, y con eso ayudarlos a canalizar su trabajo en esta vida.

Karina Guiñez C... >
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Los niños que nacen hoy en día se dividen en 4 evoluciones que serían los índigos, los cristales, los diamantes y los arcoíris y vienen a ayudarnos a evolucionar como personas, a mejorar como humanidad. En esta misión llegan a reconstruir nuestro sistema social y a sanarnos.

Los niños índigos, empiezan a nacer a mediados de los años setenta, son guerreros y que tienen un carácter rupturista, revolucionario, particularmente con los sistemas educacionales, institucionales, y por ende, se cofunden muchas veces con niños que pueden ser agresivos o con niños que no saben canalizar sus energías. Por otro lado, son grandes líderes, pudiendo ser muy comunicativos o claramente ser relacionados con el Trastorno de Déficit Atencional. Sin embargo, la tarea más importante que tienen los padres cuando se enfrentan a un niño índigo, es saber reconocerlo como tal y poder guiarlos.

Puede que un niño índigo sea muy tecnológico, que aprenda demasiado rápido o que tenga un comportamiento muy desafiante, que les cuesta someterse a la autoridad, y de ahí a que los padres deben comprender que medicar a un niño índigo puede ser perjudicial para el niño o la niña, ya que este método de control que se ejerce sobre él, puede afectar sus cualidades psíquicas, perjudicando su capacidad sanadora.

Los niños cristales, a diferencia de un niño índigo, son niños demasiados sensibles, cuyas características físicas son de ojos grandes, expresivos o de mirada profunda y de preferencia alimentaria con alta tendencia a ser vegetarianos. Por otro lado, son compasivos y sanadores innatos, y en esta sensibilidad muchas veces les cuesta entender a la humanidad, por lo cual se sienten más cómodos con los animales o la naturaleza. Los niños cristales muchas veces son confundidos con niños autistas, ya que en reiteradas ocasiones tienden a no exteriorizar sus profundas emociones. Son niños solitarios, que requieren de grandes momentos de silencio para mantener su tranquilidad.

De los niños arcoíris, se puede describir como una aleación entre los niños índigos con los cristales, teniendo momentos altamente comunicativos y rupturistas, pero con un gran sentido de comprensión sobre el dolor ajeno y un compromiso inherente a su cualidad sanadora.

Por último, los niños diamantes nacen sin Karma, o mejor dicho “con el karma resuelto”, es decir, traen consigo gran sabiduría y espiritualidad que pueden enseñarte con gestos, acciones o palabras aquellas cosas que muchas veces ignoramos. De ellos, se conocen muy pocos casos, pero puede que tu hijo o hija sea uno de ellos.

En resumen, estos nuevos niños, llegaron al mundo a que podamos evolucionar como humanidad, lo importante es que los padres sepan cómo son sus hijos, y con eso ayudarlos a canalizar su trabajo en esta vida, debido a que, por ejemplo, un índigo que no es bien canalizado, puede no tener dominio sobre sus emociones, un niño cristal puede tender a la depresión y autoflagelarse por no comprender a la humanidad. Lo importante es que la crianza de los menores también puede ser acompañada energéticamente, no enfocándose necesariamente a que tengan buenas notas, sino que también a que puedan desarrollar sus propias habilidades para ayudarnos a resolver nuestros conflictos humanitarios.

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