¿Dividir para gobernar? Hago un llamado a mantenerse unidos

Ayer los ariqueños y ariqueñas marcharon y protestaron junto a sus familias por un país más justo, por menos abusos y corrupción. Todos y todas caminaron kilometros entre música, tambores y cánticos con banderas chilenas, cacerolas y cucharas. Niños y niñas aprendiendo del derecho cívico y de la democracia.

Que yo recuerde, la última vez que vi tanta gente fue para la marcha contra las AFP. Era una expresion pura, sin violencia hasta que Carabineros de Chile comenzó a tirar bombas lacrimógenas sin importar la presencia de niños y gente de tercera edad. Hasta una adolescente de 13 años resultó herida con un balín en la cabeza. O decidieron que debían terminar con la manifestación pacífica o tal vez respondieron con la provocación de un par de jóvenes anarquistas, buscando la justificación para generar el caos. Definitivamente, no existe criterio en una raza adoctrinada y dirigida solo para obedecer sin cuestionar.

Lo que pasó ayer fue lo que está pasando en todo el país: quien instó a la violencia fue el gobierno. Los mismos que tienen las armas, después criminalizan la acción social y mete miedo al ignorante que desde su casa crea su realidad con la TV y las redes sociales sin a ver lo que realmente está pasando.

Ayer nuevamente vimos actos de violencia repudiables, que nadie puede estar contento en ver, sólo quienes les interese generar desprestigiar lo que es legítimo, sólo quienes quieren dividir las reales causas de esta revolución social, ya que es la mejor manera de bajar la intensidad del movimiento. Es la forma más inteligente de ocasionar que la misma gente pida volver a lo que ya estaba acostumbrada, aunque sea peor, desigual y corrupto.

Hoy vivimos en una falsa democracia, heredada de la dictadura y perpetuada por quienes prometieron volvería la alegría. Esto nos ha traído grandes desigualdades en la sociedad, ha permitido robos descarados, abusos contra el pueblo sistemáticos y ha transformado nuestros derechos en un bien de consumo. El sistema nos a empobrecido y endeudado sin ninguna verguenza.

Hago un llamado a no bajar los brazos, a no caer en populismos, a salir a la calle y vivir lo que es una revolución social. Vamos a protestar por años de fraude, porque aquí hay que reformar los 3 poderes del Estado que están en deuda con nosotros, que nunca entendieron que obedecen al más grande y difícil de todos: el pueblo; el mismo que unido hace poder, que en masa hace presión y que es capaz de provocar los cambios para el bien común.

Hago un llamado a mantenerse unidos, ser inteligentes y guerreros, pero no con armas, sino con nuestra voz, así como lo hicieron los grandes. Porque unidos marcamos la diferencia, porque unidos buscamos un mejor futuro, porque unidos nunca nos podrán engañar, porque el miedo será del que hoy reprime y castiga la libertad.

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