Chile, país de “viejos”: ¿Estamos preparados?

12 Noviembre 2019

El envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI. Se proyectan cambios demográficos importantes para los próximos 30 años.

Marcela V. Rodríguez >
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A nivel nacional en 2019, el rango de la población de 0-14 años alcanza los 3.714.172 (19,5%) y en 2035 llegaría a 3.410.425 (16,1%). Esto implica un crecimiento negativo de 8,2% en el tramo 0-14 años y un aumento de un 76,7% en el tramo de 65 años y más entre 2019 y 2035. El envejecimiento de la población, es una realidad inminente y, en las manifestaciones sociales del Chile actual, de igual forma ponen de manifiesto las demandas asociadas a las personas mayores.

No es menor hablar del fenómeno del envejecimiento sostenido de la población, debido a que nos debería seguir instando a analizar la importancia y urgencia que existe por visualizar las condiciones de vida de este sector y del estado de abandono y precariedad en que se encuentran. Claramente, hay urgencia para legislar ante este tema, ya que este proceso constituye uno de los fenómenos que acarrea mayores consecuencias a las sociedades: muestra el incremento de la cantidad de personas que necesitarán recursos y servicios especiales de atención ante las necesidades específicas que empiezan a presentarse en los años más tardíos del ciclo de vida.

La salud

No sólo porque el gasto sanitario per cápita aumenta con la edad, sino también porque implica un cambio del carácter mismo de las atenciones y cuidados demandados para la población mayor de 60 años.

Sin duda, esto requerirá la reorientación de estrategias del sistema de atención de salud, no sólo hacia tecnologías médicas más especializadas o un modelo de atención más integral y multidisciplinario, sino que también a mantener y recuperar la funcionalidad fisiológica, la autonomía y la integración social de las personas mayores de 60 años (Gobierno de Chile, 2007).

Todo lo anterior, toma mucha relevancia cuando Chile tiene la mayor esperanza de vida saludable de Sudamérica.

Las pensiones

El sistema previsional chileno tiene como objetivo entregar pensiones a quienes hayan terminado su vida laboral activa por haber cumplido la edad legal de jubilación o por algún impedimento para continuar trabajando; y, en caso de fallecimiento, a sus familias.

En 2008, como parte de la reforma previsional, se crea el Sistema de Pensiones Solidarias (SPS) o también llamado Pilar Solidario, que tiene como beneficiarios a los adultos mayores que pertenecen al 60% más pobre de la población que no han podido acceder a una pensión -ya sea de Vejez o Invalidez- y que cumplen determinados requisitos legales. A octubre de 2019, el monto de la Pensión Básica Solidaria es de $110.201 y el Aporte Previsional Solidario de Vejez está dirigido a las personas con pensiones previsionales inferiores a $325.646 y es variable de acuerdo al monto de pensión de cada persona (IPS, 2019).

El sistema previsional predominante en el país al momento de la jubilación ofrece pensiones que son insuficientes para cubrir la necesidad económica propia de esta etapa de la vida, alcanzando en muchos casos a penas para sobrevivir. De hecho, la última encuesta Casen (2017) indica que el 22,1% de los adultos mayores se encuentran en rango de pobreza.

La mayoría de quienes jubilaron en 2017 lo hicieron luego de cotizar en promedio entre 10 y 15 años, obteniendo $150 mil pesos. A diciembre de 2018, el 50% de los 684 mil jubilados que recibieron una pensión de vejez por edad obtuvieron menos de $151 mil ($135 mil si no se incluyera el Aporte Previsional Solidario del Estado). Incluso, en el tramo de aquellas personas que cotizaron entre 30 y 35 años, el 50% recibió una pensión menor a $246.332 (valor inferior al Salario Mínimo)(Kremerman S., 2019).

A diciembre de 2018, según un estudio de la Fundación Sol (Doniez S. & Kremerman S., 2019), el Estado chileno pagó 587.259 pensiones básicas solidarias (404.348 de vejez y 182.911 de invalidez) y 920.333 aportes previsionales solidarios (853.431 de vejez y 66.902 de invalidez), con un monto promedio de $73.611 al mes donde actualmente, el 61,8% de las personas beneficiarias del sistema de pensiones solidarias (incluyendo PBS y APS) son mujeres y el 38,2 % son hombres.

CIPEM (2018) en su exploración asociado al cambio demográfico, señala que de acuerdo con las estadísticas de la OCDE, Chile presenta las edades más avanzadas al momento de retirarse del mercado del trabajo con un aproximado a los 70 años en promedio. Es más, la diferencia existente entre la edad de jubilación efectiva y legal en hombres y en mujeres ubica a Chile en el tercer lugar con 6,3 y 7,7 años promedio respectivamente, siendo superado sólo por Corea del Sur y México en el contexto de los países OCDE.

Entre las grandes causas en la decisión de retiro del mercado de trabajo está una razón económica de necesidad o de carácter voluntario. Sin embargo, la OCDE indica que las razones sería una mezcla entre ambos elementos, aunque precisa que en países con menores niveles de desarrollo y altos niveles de desigualdad primaría en mayor medida una razón de necesidad.

Así, según cifras recabadas por la Cuarta Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez(2017), del 32,4% de los adultos mayores que trabajan, el 57,4% lo realiza por cuenta propia, mientras que un 34,2% como empleado/a. Dentro de las causas para trabajar luego de la edad de jubilación, el 66% señala que lo hace por necesidad económica.

La discapacidad

Esta situación aumenta con la edad, haciendo que quienes las sufren dependan de terceros para la realización de las actividades de la vida diaria, como son las tareas del hogar, los desplazamientos dentro y/o fuera del hogar y el cuidado personal, entre otras.

La exclusión social

Determinado por el acceso o no al mundo laboral y otros criterios determinados por factores como son, por ejemplo, la edad, el sexo, la participación política y comunitaria.

Una variable clave en la determinación en la exclusión social es la estructura del hogar. El Informe de Difusión “Soledad en la tercera edad: una respuesta institucional” del investigador de Idea País, Luis Robert revela que en Chile un 13% de los adultos mayores viven solos, cifra que aumenta a un 19% en el caso de los mayores de 80 años. Incluso, un 4% de los adultos mayores viven en condiciones de aislamiento familiar severo asociado al abandono, situación que conlleva a otro gran problema que aqueja a este sector de la población y que es la falta de cuidados y el abandono porque sus familiares no pueden o no tienen redes de apoyo directas (Entre el 2017 y 2018 a nivel nacional415 personas estuvieron en lista de espera para un cupo de Establecimientos de larga Estadía adulto Mayor(ELEAM) y 90 de ellos fallecieron sin ser integrados).

Esta es una de las aristas más complejas que enfrentan y para los especialistas uno de los principales motivos que desencadenan las depresiones que terminan con suicidios. De hecho, según un estudio realizado por Ana Paula Vieira, académica de Gerontología de la U. Católica y presidenta de la Fundación Míranos, los mayores de 80 años tienen la tasa más alta de suicidios del país, con 17,7 suicidios por cada 100 mil habitantes, seguido por las personas de entre 70 y 79 años, que tienen una tasa de 15,4.

La dependencia

La encuesta CASEN (2017) muestra que la población adulta mayor de 60 años y más, que tiene algún grado de dependencia en el país, se sitúa en torno a las 488.990 mil personas equivalentes al 14,2% del total de la población.

Los datos muestran que la prevalencia de la dependencia aumenta progresivamente con la edad, incrementándose abruptamente a partir de los 70 años y también aumentando su nivel de severidad. Del total de las personas adultas dependientes de 60 años y más, un 46% corresponden a los 3 últimos quintiles. A su vez, según el sexo del cuidador/a del hogar, éste recae principalmente en una mujer y el tramo de edad del cuidador/a se centra con un 35,7% entre 60 y 74 años seguido con un 31,9% entre 45 y 59 años.

En este proceso de transición al envejecimiento Chile aumentaría su Índice de Dependencia Demográfica (IDD) de 57,2% en el 2005 a 60,0% en el 2020. Esto significa que, por cada 100 personas potencialmente activas, habría 60 dependientes (menores de 15 y 60 años o más).

¿Qué hacer?

Con esta realidad, pues hace eco el “No lleguen nunca a viejos”, frase que es más que una frase. Es el reflejo emocional de una persona hoy adulto mayor que quizás representa una realidad de muchos, que puede llegar a ser la mía o la tuya o la nuestra... Chile será un país de "viejos" y con las mayores inequidades sociales en América Latina.

Es por tal razón que el proceso de envejecimiento de la población comporta un importante reto para las sociedades, porque el aumento de la proporción de la población anciana y los consecuentes cambios en las políticas sociales que esto conlleva, requieren una revisión de los planteamientos vigentes desde distintos sectores de la sociedad toda vez que podría sobrellevar una desestabilización del Sistema de la Seguridad Social y la crisis del Estado de Bienestar.

El Estado tiene obviamente una labor importante, tanto de coordinación y de creación de apoyo, como de políticas públicas en un nuevo marco de acción global.

El Estado debe tener en en cuenta la gran diversidad de la población de edad avanzada para encarar las desigualdades de fondo y fomentar un cambio importante en la forma de entender el envejecimiento e inspirar la creación de enfoques transformadores. Y, desde ahí, avanzar hacia una modernización al servicio de las personas mayores, que oriente los recursos y acciones para superar sus expectativas, en calidad, oportunidad, cercanía y generación de confianzas como una buena y nueva oportunidad, tanto para las personas como para las sociedades.

Los mayores costos para la sociedad no son los gastos que se hacen para promover esa capacidad funcional, sino los beneficios que podrían perderse si no realizamos las adaptaciones e inversiones apropiadas.

Números en el mundo y en Chile

En el mundo, la población actual de personas mayores es aproximadamente 778,4 millones (10,7%).

En Chile, de acuerdo al Censo 2017, los adultos mayores representan el 16,2% de la población equivalente a 2,85 millones de personas donde el 55,7% de la población con 60 años o más corresponde a mujeres, mientras que el 44,3% a hombres. Y el 6,5% de la población mayor correspondió a personas que superaron los 80 años.

Cabe mencionar que además 4.770 personas correspondían a 100 años y más. De ellas, un total de 3.171 son mujeres, y 1.599 son hombres.

Bibliografía:

Desarrollo, U. d., Heroes, C. L., & CIPEM. (2018). Cipem. Recuperado el 7 de noviembre de 2019, de http://www.cipem.cl/wp-content/uploads/2018/12/Reporte-II-20_12FV.pdf

Gobierno de Chile, S. d. (2007). Recuperado el 7 de noviembre de 2019, de https://www.yumpu.com/es/document/read/33979823/impacto-del-envejecimiento-en-el-gasto-en-salud-chile-2002-2020

Ministerio Desarrollo Social, G. d. (2017). Recuperado el 9 de noviembre de 2019, de http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/casen-multidimensional/casen/docs/Resultados_Adulto_Mayores_casen_2017.pdf

Doniez S., V., & Kremerman S., M. (2019). Fundación Sol. Recuperado el 10 de noviembre de 2019, de http://www.fundacionsol.cl/wp-content/uploads/2019/03/Análisis-Crítico-Propuesta-de-Pensiones-Gobierno-Versión-Final.pdf

Kremerman S., M. (21 de 3 de 2019). Reforma al Sistema de Pensiones del gobierno de Piñera (I): el fracaso de las AFP y las cuentas individuales. (CIPER, Centro de Investigación Periodistica) Recuperado el 10 de noviembre de 2019, de https://ciperchile.cl/2019/03/21/reforma-al-sistema-de-pensiones-del-gobierno-de-pinera-i-el-fracaso-de-las-afp-y-las-cuentas-individuales/

Católica, U., & Andes, C. L. (Abril de 2017). Recuperado el 10 de noviembre de 2019, de http://adultomayor.uc.cl/docs/Libro_CHILE_Y_SUS_MAYORES_2016.pdf

IPS, I. d. (18 de julio de 2019). Recuperado el 10 de noviembre de 2019, de https://www.ips.gob.cl/servlet/internet/noticia/1421810084714/reajuste-sistema-pensiones-nuevos-montos

Ver también: "Los niños primero" en la manifestación social: ¿Quién previene?, ¿quién protege?, ¿quién acompaña?