Ariquita: ¿Cómo alguien puede mandar a cortar un árbol?

Éstas son las incongruencias del ser humano que me llevan a pensar que algunos se saltaron la teoría de la evolución quedando en su estado original de primates (con respeto hacia esa especie, porque el ser humano deja harto que desear).

En la foto (al final del texto), donde se ve esa sombra de madera con bancas, hasta mediados del año pasado había un gran árbol, un Eucalipto hermoso que daba más sombra que ese esperpento que vemos ahí. El lugar no podía ser otro que el Liceo A-5, un centro educacional con sello Bicentenario del cual ya he hablado demasiado.

De verdad, no entiendo cómo alguien puede mandar a cortar un árbol que tardó años en llegar a su altura adulta, para luego reemplazar su sombra por esa triste sombrilla de madera.

Siento pena e impotencia. Veo fotos de Arica antiguo y ésta era de verdad una ciudad verde, con una vegetación majestuosa, fantástica. El cemento se come la ciudad y nadie hace nada, nadie reclama, nadie alza la voz, nadie supervisa. Sólo se dedican a cortar árboles, eso es más fácil. 

Así es Arica, Ariquita como le dicen, la ciudad de la eterna Primavera, la puerta norte de Chile.

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