Sostenibilidad post pandemia: El contexto actual en tiempos de incertidumbre

De acuerdo a enunciados planteados por diversos autores, la sostenibilidad hace referencia a la capacidad de satisfacer las necesidades de los diferentes actores que son participantes del ciclo económico, social, cultural y ambiental. 

Es de esta forma como a nivel ambiental, la preservación de los recursos medio ambientales, la biodiversidad, el tratamiento de los desperdicios, su reutilización, se vuelven acciones imperativas que se deben trabajar para manter responsabilidad en estos tiempos.

A su vez, el grado de sustentabilidad social trasciende en la expectativa de construir sociedades más justas, equitativas e inclusivas en el nuevo espectro coyuntural, la igualdad de oportunidades, el respeto por los derechos humanos, como también la participación ciudadana en las acciones de estado, esto condicionado por las políticas públicas que el mismo promueve.

Definitivamente, el tercer pilar que observamos refiere a la sostenibilidad económica, el cual se preocupa por la intención que demuestran las acciones, políticas y normas que se establecen en la interacción entre los agentes involucrados; es decir, la promoción del desarrollo a largo plazo, cuidando la sobreexplotación de recursos, su cuidado, el fomento eficiente en el uso de recursos y materiales y la actitud ética de los agentes comerciales

De esta forma, un manejo eficiente de la sostenibilidad en todos sus espectros requiere un enfoque y atención holística o en palabras simples: atención circular. Es a través de este argumento, que se desea expresar la visión que expone Carlos Gomez Gil, doctor en sociología y profesor de la universidad de Alicante, en donde a través de su teoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecido por la ONU, advierte  de la negativa de la comunidad internacional, frente a un punto en particular, considerándolo como un objetivo simbólico. El punto 1, llama a “erradicar la pobreza en todas sus formas en el mundo”, un último argumento expuesto en la revista “Papeles de relaciones ecosociales y cambio global” (V. 140 2017/18 pp 107-118).